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Sarcire: Sector textil |
Luego de unas dos décadas de
altibajos, los sectores de textiles, confecciones, cueros y calzado,
actividades afectadas por el contrabando, la competencia desleal, la
subfacturación y la lenta reconversión tecnológica, entre otros males, podrían
ver en el 2015 un buen año.
La revaluación que hubo en
los últimos años, dicen los gremios que los representan, también les dio otra
estocada porque fomentó la competencia de las importaciones y la entrada ilegal
de mercancías.
Las cifras de la Muestra
Mensual Manufacturera del Dane, a noviembre –que es la última disponible–,
indica caídas en los últimos 12 meses en la producción de textiles, tejidos de
punto y confecciones, y aumentos en los rubros de otros productos textiles,
curtido de cueros, fabricación de calzado y artículos de viajes (bolsos y
maletas).
Sin embargo, este año el
presidente de Inexmoda, Carlos Eduardo Botero, dice que el mercado local de
vestuario, calzado y otras confecciones (tanto nacionales como importados), por
todos los canales, inclusive en línea, prevé ventas de 17,1 billones de pesos,
con un aumento del 7 por ciento respecto al 2014, cuando sumó 16 billones.
El directivo explica que el
poder adquisitivo de los consumidores de la clase media y el incremento del
consumo, hacen que marcas internacionales y locales vean oportunidades de
crecimiento en el país, y por ello la apertura de tiendas de pequeño y gran
formato sigue siendo pan de cada día.
“Desde el 2008, por la
crisis global, las grandes marcas vieron en Colombia y otros mercados
emergentes una forma de obtener más ingresos y paliarla; y por ello
prácticamente las grandes firmas masivas, premium y de lujo tiene operaciones
en el país directamente, por franquicias u otros sistemas”, agregó.
Por el contrario, el
presidente de Protela, César Maldonado, dice que aunque se avizora un buen año
para la industria textil en el 2015, gracias a la devaluación y un buen nivel de
gasto de los hogares, persisten problemas estructurales de la industria, como
la subfacturación y el contrabando.
“Cerca de 3 millones de
metros cuadrados diarios de tela entran al país a precios ridículamente bajos”,
explica.
El directivo añade que la competencia
de la producción nacional con los importadores desleales y contrabandistas es
desigual.
“Somos optimistas de que
este año vamos a recibir buenas noticias de la Policía Fiscal y Aduanera
(Polfa) en cuanto a decomisos, y trabajarán coordinadamente con la Dian”,
señaló, aunque pido más acciones de control y aplicación de la ley penal contra
el delito.
No obstante, Maldonado cree
que el sector tendrá este año una segunda oportunidad de demostrar que su
producto es tan bueno como el importado o mejor que este, y que está a tono,
entre otros, en cuanto a valor agregado, diseño, moda y modernización tecnológica.
También reconoce que la
devaluación favorecerá las exportaciones, aunque la casi desaparición de las
industrias de insumos, como tintas e hilazas, y que en un 70 por ciento se
importan, suben un 15 por ciento por la depreciación del peso y eleva los costos
de producción. “Sin embargo, con eficiencia, esperamos un bajo impacto de eso a
los consumidores y los confeccionistas; confío en que va a ser un año de
avances en la lucha contra el contrabando y el delito”, asevera el timonel de
Protela. Pero señala que los textileros y confeccionistas que solo producen
localmente van a recuperar participación de mercado interno y externo.
Por su parte, el presidente
de Fabricato, la principal textilera del país, Carlos Alberto de Jesús, dijo en
el marco de Colombiatex –feria que se celebra en Medellín– que este año prevén
crecer 10 por ciento y abandonar las pérdidas.
La emblemática firma se
focalizó en los dos últimos años en líneas donde es más competitiva, como el
denim y el dril, bajó sustancialmente los canales de comercialización
indirectos y ofrece el servicio de confección, a través de terceros, como parte
de la venta.
En Colombiatex de las
Américas 2015 se prevén negocios por mínimo unos 270 millones de dólares, que
fue el logro del 2014.
En la horma
A su vez, el presidente de
la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus
Manufacturas (Acicam), Luis Gustavo Flórez, dice que hay empresas,
especialmente pequeñas, que no sienten la recuperación de la cadena en forma
tan contundente. “Sin embargo, este año por el cambio de tendencia la situación
puede mejorar”, explica.
El directivo prevé que la
devaluación contendrá la avalancha de subfacturados, pero al principio de año
es probable que los importadores de calzado vuelvan a subir la participación,
pues muchos pedidos al exterior se hicieron antes de la subida del dólar.
Sin embargo, reconoce la
eficacia del sobrearancel a las importaciones de ropa y calzado, que contrajo
las compras al extranjero de este tipo de productos.
Se trata del decreto 074 del
2013, que impuso durante 12 meses un sobrearancel ad valórem del 10 por ciento,
más un arancel específico de 5 dólares por cada kilo de confecciones o cada par
de zapatos importados de países con los que Colombia no tiene acuerdos
comerciales, y que fue renovado por otro hasta el 2015.
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